Pequeñas f(r)icciones: Una noche con Jerí
Son las 12 y 45 de la noche. La Plaza de Armas luce desolada, parece un pequeño desierto de cemento. Al frente, en la residencia de Palacio de Gobierno, el presidente José Jerí duerme con la tranquilidad y la despreocupación de un bebe. De pronto, alguien golpea la puerta una, dos, tres veces, con fuerza. Tras una tregua de algunos segundos, el sonido de los nudillos contra la madera se vuelve a escuchar. Jerí hace una mueca de desagrado, da un respiro profundo y abre los ojos en cámara lenta, como si los párpados le pesaran una enormidad. Todavía entre sueños, manotea la mesita de noche hasta que coge el celular. Apenas logra ver la hora, deja el teléfono y se reacomoda en la cama. Entonces, los golpes en la puerta arremeten de nuevo, tanto que, desde ahí, verbaliza su fastidio.
—¡Qué pasa! —eleva la voz, Jerí— ¡Déjenme dormir! ¡Soy el presidente, maldita sea!
El silencio retorna y la habitación vuelve a la calma, mientras Jerí se dispone a seguir durmiendo. El brote de una sonrisa parece indicar que lo está logrando, que el resto de su cuerpo empieza a desactivarse. Sin embargo, un momento después, todo se quiebra.
—¡Carajo! ¡Tú qué te has creído! ¡Déjate de engreimientos y levántate de una vez!
Jerí lanza una suerte de gemido de protesta, abre los ojos trabajosamente y se incorpora hasta quedar sentado. Demora todavía un instante en hacer foco y reconocer la figura que acaba de ingresar a su habitación.
—Madre, ¿qué pasa? —pregunta Jerí, arrastrando sus palabras—. ¿Qué haces aquí? ¿Qué son todos esos gritos?
Patricia Li se acerca a la cama y se sienta en una esquina. Observa a Jerí y, por un instante, se compadece de él. ¿Habrá hecho bien en llevarlo primero a la presidencia del Congreso y luego hasta Palacio de Gobierno?........





















Toi Staff
Penny S. Tee
Gideon Levy
Sabine Sterk
Mark Travers Ph.d
Gilles Touboul
John Nosta
Daniel Orenstein