Los griegos no tenían una sola palabra para el tiempo. Hablaban de Krónos y de Kairós, dos dimensiones que hoy conviene recordar. Krónos es el tiempo de los relojes y los calendarios, el que se mide en horas trabajadas, en edad cumplida, en plazos que se vencen. Es el tiempo que nos devora, como el titán que devoraba a sus hijos. Kairós, en cambio, es el tiempo cualitativo: el instante justo, la oportunidad, la ocasión que da sentido. No se mide en minutos sino en significado e intensidad.

Vivimos en un mundo obsesionado con Krónos. Nuestros días se fragmentan en reuniones de 30........

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