El ministro de Desarrollo Agrario y Riego, Ángel Manero, es el más fidedigno exponente de un Gobierno lejano a la población. No hace más que confirmar que quienes conducen los destinos de este país viven al margen de la realidad; como el ampuloso y vacuo discurso presidencial.
Afirmar que “en el Perú no se pasa hambre y que hasta en el último pueblo se come de manera contundente” y, como remate, que el presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén, añada de manera bufonesca y acorde con la temporada circense: “Según los criterios de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), yo sería considerado un caso de inseguridad........