Racista, siempre la otra persona

La semana pasada participé como panelista en Cinema Diáspora, un ciclo de cine venezolano en el Lugar de la Memoria, promovido por organizaciones que trabajan con población migrante. La película a comentar fue Pelo malo (2013), de Mariana Rondón.

Su protagonista, Junior, es un niño que sueña con alisarse el cabello crespo, herencia de su ascendencia afro. Se trata de una historia que expone cómo el racismo marca la vida cotidiana desde la infancia. Lo que vive Junior en Caracas resuena también en Lima, como lo recuerdan episodios recientes: las ofensas de Alejandra Argumedo en el Metropolitano, que desnuda un problema que preferimos ver en los demás, pero pocas veces en nosotros mismos.

El uso de palabras como “cholo” o “serrano” para ridiculizar los rasgos físicos y el origen de alguien es parte de la rutina peruana. Cuando un episodio se viraliza, como el de Argumedo, la indignación se dirige con........

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