No es una pregunta para los demás, sino para uno mismo. Dante Alighieri se la hizo al empezar su Divina comedia: “… en medio del camino de la vida, errante me encontré por selva oscura, en que la recta vía era perdida, (…) no podría explicar cómo allí entrara, tan soñoliento estaba en el instante, en el que cierto camino abandonara”. Como quien se pregunta desorientado: “¿Dónde estoy?”. Pero hay desconciertos más complejos. En diciembre de 2001 se había decretado el ‘corralito’ en Argentina. Nadie podía retirar de los bancos más de 250 pesos o dólares. La moneda argentina estaba anclada al dólar y se sospechaba, con razón, que se venía una superdevaluación y, con ella, desaparecería esa convertibilidad de un peso por dólar. Protestas, saqueos, heridos y muertos. Mientras Argentina se iba al diablo, Hernán Casciari estaba de madrugada en un bar de Barcelona viendo por televisión cómo, después de 34 años, Racing volvía a ser campeón. No le gustaba el fútbol. Se había hecho hincha del Racing por su padre, porque de lo único que podía........