Tres juegos de palabras

27/06/202427/06/2024 El presidente taiwanés Lai Ching-te durante un paseo ceremonial en Taipei, Taiwan.- EFE/EPA/RITCHIE B. TONGO

Tras un primer mes en el cargo, el nuevo presidente taiwanés, Lai Ching-te, ha dejado entrever que el frente conceptual será uno de los caballos de batalla principales de su gestión. Y, por sus implicaciones, no es una cuestión menor.

El énfasis en su compromiso soberanista, más incisivo que el de la presidenta saliente Tsai Ing-wen, apunta a resaltar que "la República de China y la República Popular China no están subordinadas entre sí" ya que el gobierno instaurado en Beijing en 1949 nunca ha gobernado Taipéi. Esto invita a pensar que la existencia separada de ambas entidades políticas es algo más que un mero hecho. Y equivale a avalar la conocida como "teoría de los dos Estados", rechazada de forma radical por el Partido Comunista de China (PCCh).

El PCCh, por el contrario, recuerda el llamado "consenso de 1992", que se refiere a un entendimiento tácito con el Kuomintang (KMT) de que ambos lados del Estrecho reconocen que hay "una China", y cada lado tiene su propia interpretación de lo que es "China". Para unos es la República de Sun Yat-sen y para otros la República de Mao.

Lo cierto es que, sin remontarse mucho más atrás, la isla de Taiwán fue botín de guerra de Tokio a finales del siglo XIX (el Tratado de Shimonoseki que puso fin a la primera guerra sino-japonesa), y después devuelta a la soberanía de la República de China de Chiang Kai-shek en 1945. Y así siguió durante la dictadura de Chiang y........

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