28/11/202427/11/2024 Imagen de la cuenta de X de Macarena Olona.
Este artículo ha sido elaborado en el marco de la XX Trobada de JEUPV y es fruto de la reflexión colectiva acerca de la necesidad de "disputar el deseo para ganar el futuro". Este ha sido, de hecho, el lema elegido para las jornadas de este curso.Decía el filósofo francés, Louis Althusser, que el materialismo consiste, esencialmente, en "no contarse cuentos". Hoy, la ultraderecha libertaria está avanzando posiciones ante la incomprensión de buena parte de la ‘izquierda transformadora’. Una izquierda que, no en pocas ocasiones, ha optado por el camino fácil y ha convenido en simplificar sus análisis y tildar a quienes defienden estas posturas de malos, tontos o locos. No hace tanto, un rostro conocido de la vieja nueva política dijo que quienes habían votado a Ayuso cobrando el SMI no eran Einstein. Más allá del desprecio del que se hace gala, resulta interesante observar, de nuevo, cómo presuponemos que aquellos trabajadores que votan contra sus "intereses objetivos" lo hacen por estupidez. O por alguna de sus derivadas o eufemismos: desconocimiento, incultura o manipulación.
Indudablemente, la lucha ideológica ha adquirido nuevas formas y la manipulación mediática a la que nos enfrentamos es uno de los principales retos de la actualidad. La línea editorial hegemónica construye un sentido común reaccionario y la proliferación de las fake news y los bulos han servido no solo para difundir informaciones falsas, sino para generar un ecosistema mediático en el que se nos hace imposible distinguir la verdad de la mentira y los hechos de las opiniones. El objetivo pues, no solo es que creamos sus mentiras, sino abolir la experiencia de la verdad. Así, entramos en........