Despreciar a Pedro Almodóvar

11/10/202410/10/2024 El director Pedro Almodóvar posa en el photocall a su llegada a la entrega del Premio Donostia, en el Festival de Cine de San Sebastián. Raúl Terrel / Europa Press

El energúmeno que asesinó cobardemente a Federico García Lorca – que, con seguridad, estaría de rodillas y maniatado a la espalda en el borde de la fosa que le habrían obligado a excavar en el olivar de Víznar, Granada –, antes de dispararle a bocajarro, le dijo: – Te voy a meter dos tiros en el culo, por maricón.

Lo contó él mismo en el bar Jandilla, a su regreso de la ronda macabra, y lo fue repitiendo envanecido, como el mayor éxito de su vida, hasta su muerte en el año 1954, según lo desveló magistralmente el periodista y escritor Gabriel Pozo Felguera en El Independiente de Granada en 2017.

Se llamaba Juan Luis Trescastro Medina, un "fascista bocazas y fanfarrón", ricachón terrateniente de la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas), que lo iba pregonando orgulloso por las tabernas de Granada. Jactándose de haber matado al poeta.

Si alguien piensa que este descerebrado era un sicario pagado, está en un error, pues Trescastro había sido vicepresidente de la Diputación de Granada, cargo por lo que ya siempre recibió el tratamiento de Ilustrísimo Señor. Su Ilustrísima. Todo un personaje de la derecha andaluza, que tanto me recuerda a algunos políticos de la actualidad. Charlatanes salvapatrias, siempre despotricando y soltando bilis y veneno por sus bocas, que vemos a diario en los medios y en la televisión. ¿A que ustedes les ponen cara y nombre igual que yo? Un señoritingo aficionado a la bebida y a las armas... y muy agresivo y faltón. Lo digo, porque si a continuación cito a alguna autoridad, sea diputado, senador o alcalde, nadie piense que su cargo le exime de ser otro descerebrado del mismo calibre y talla: la Magnum 45 de la infamia.

Así acabaron, con tan solo 38 años, con el poeta español de mayor reconocimiento internacional de todos los tiempos. Lo celebraban en La Habana, en Buenos Aires y en Nueva York; lo cantaba Leonard Cohen y actualmente lo recitan e interpretan en la China y en Japón.

En el momento que escribo estas líneas, me entero de que el ayuntamiento de Orihuela, donde gobierna el PP con VOX, vuelve a mancillar el nombre del poeta Miguel Hernández en su propio pueblo (En la cuna del hambre mi niño estaba / Con sangre de cebolla se amamantaba), pues con sus votos han rechazado la petición de la familia de anular los sumarios judiciales franquistas contra el poeta, que causaron su presidio y posteriormente su muerte en un calabozo, donde le dejaron morir peor que a un perro sarnoso. Lo que viene a demostrar que, transcurridos 80 años, el franquismo de la venganza y el rencor sigue vivo. ¿Qué les habría costado, casi un siglo después, aprobar esa petición en pro de la justicia y la........

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