04/06/2024 La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von del Leyen.- EFE/EPA/CLEMENS BILAN
El mundo se está transformando de un modo vertiginoso y el semblante que esta transformación presenta aterra. La alianza del neoliberalismo con las oligarquías globales y nacionales se traduce en la existencia de una elite diversificada según las áreas del planeta con discursos adaptados a las idiosincrasias nacionales y cuyo denominador común es la utilización de la mentira, la manipulación y la desinformación. Esa élite que amalgama poder financiero y cada vez más capital institucional se expresa de una manera creciente en clave populista y ultraderechista con propuestas de cierre de los Estados a la inmigración, bien sea utilizando la seguridad y el orden como coartada, bien sea recurriendo a la preservación de los recursos y los servicios públicos como excusa.
Discursos teñidos de tintes raciales e identitarios son en todos los casos utilizados para garantizar la hegemonía y la pervivencia de un estado de cosas en el que se ha intensificado y prevalece la desigualdad hasta extremos incompatibles con la verdadera democracia. El desplazamiento del marco del debate público hacia las derechas, explica que la candidata a renovar la presidencia de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, haya dejado de lado las cuestiones ambientales (que debieran ser el eje vertebrador y el fin último de toda política institucional orientada por el conocimiento científico y el bien común) para centrarse en un discurso securitario y militarista.
Isabel Díaz Ayuso en Madrid o Javier Milei en Argentina, son dos ejemplos extremos -y en castellano- de ese populismo de ultraderecha que marida bien con la élite neoliberal -cuando no proviene directamente de ella- y detrás del que no hay más ideología que el provecho personal en nombre de un individualismo........© Público