octubre 1, 2024
Herbert Kickl, líder ultraderechista del partido austriaco FPOe, después de ser reelegido líder durante el Congreso Ordinario del Partido Federal. Foto: Helmut Fohringer/APA/dpa
No recuerdo donde leí eso de que no es que la Historia se repita, sino que los historiadores se copian unos a otros. Si esto es así, últimamente los historiadores de moda han debido darse un atracón de alubias con chorizo, porque, la verdad, se repiten muchísimo. La reciente victoria de Herbert Kickl, líder del FPÖ en Austria, tiene un eco siniestro con la de Hitler en las elecciones federales de 1933, un amargo y sanguinario triunfo de la democracia que casi nadie quiere recordar por razones obvias. Al tío Adolf, el mayor genocida de la humanidad, lo tenemos catalogado como dictador, olvidando que llegó al poder gracias a unas elecciones democráticas, en un país trufado de institutos, universidades y laboratorios, aupado por un electorado al que se puede calificar de cualquier cosa excepto de inculto.
Los parecidos se diluyen un poco al examinar la situación al detalle: el incendio del Reichstag, del que se acusó falsamente a los comunistas, el miedo a una guerra civil y la ceguera del mariscal Hindenburg. Sin embargo, al igual que el FPÖ, los nazis........