junio 16, 2024junio 15, 2024 La princesa Leonor, en la Academia Militar de Zaragoza. / Javier Cebollada (EFE)
Lo primero de todísimo es desearle a sus majestades Felipe VI y Letizia mucha felicidad en el décimo aniversario de su coronación como reyes. Qué emoción más española siento al decir esto. Se me ponen las pupilas rojigualdas. Lo segundo, comunicarle a don Felipe que también me congratulo de que siga siendo beneficiario de la cuenta Lucum, un pago de 100 millones off-shore de los saudíes que su padre Juan Carlos escondía en la banca privada Mirabaud de Ginebra. Dinero negro de la corona española en Suiza. Qué emocionante y borbónico.
Sin ánimo de alimentar vuestras vasallas aflicciones, también he de decir que un alacranero asunto envenena la celebración de la efemérides monárquica. Los reyes también lloran, desagradecidos republicanos.
Resulta que nuestra princesa Leonor, heredera del sacrosanto trono de España, tenía botellón este 19 de junio. O sea, su acto de graduación de la Academia Militar de Zaragoza coincide con los reales fastos del décimo aniversario de sus padres, y la pobre Leonor, en vez de acudir a la fiesta rachada con los colegas de su edad, se ve obligada a asistir al relevo de la guardia desde el balcón de palacio. Nadie discute que el relevo de la guardia en el Palacio Real tiene una trascendental........