10/09/202410/09/2024
Desde aquella extraña reflexión de cinco días que se tomó el presidente del Gobierno para decidir si se iba o no de La Moncloa, acosado por el lawfare contra su esposa, Begoña Gómez, no hay quien pare a Pedro Sánchez: una vez decidió que se quedaba, tanto los suyos -algún barón díscolo que aún sueña con sustituirlo al frente de la Secretaría General del PSOE- como los de enfrente -un Alberto Núñez Feijóo que, según las fotos hechas en un playmobil de La Moncloa, tiene una pataleta de aquí te espero por llegar a la Presidencia ya- tienen que asumir que Sánchez no se va en 2024, ni en 2025 y veremos si en 2026, si no se aprueban los siguientes presupuestos, ya que los de 2025 se dan por perdidos.
Veamos: el PNV ha dado la espalda a un PP echado al monte en sus relaciones institucionales en el Parlamento, Vox se refuerza en Buenos Aires haciendo la ola a un Javier Milei cada día más descarado en su intención de vender Argentina al mejor postor, la dramática situación en Venezuela se ha vuelto en contra de Feijóo tras tratar de exprimirla contra el Gobierno como a un limón maduro (sic) e Isabel Díaz Ayuso ha dividido al partido entre partidarios (todos menos la presidenta madrileña) y detractores (Ayuso y Feijóo, pero solo cuando........