No hay plata
El primer presidente del flamante Estado de Israel (1948), David Ben-Gurión, lanzó una advertencia catastrófica en su primer discurso como máximo representante sionista: hoy celebren el nacimiento del Estado de Israel, porque mañana, correrá sangre. Dicho y hecho, al día siguiente comenzaron las primeras escaramuzas y enfrentamientos armados entre los palestinos y los israelíes. Una guerra que hoy ha llegado a su punto más cúlmine con cientos de miles de muertos entre ambos bandos.
Ben-Gurión se había puesto a la misma altura de las sibilas, al leer el futuro bélico y conflictivo al que enfrentaría – y continúa haciéndolo – la fundación de un estado dentro de otro estado, bajo una premisa muy controversial: Palestina es una tierra sin pueblo, para un pueblo sin tierra.
Javier Milei, en ese mismo trance sibilino, en su discurso inaugural como presidente, dando la espalda al Congreso donde no tiene ningún tipo de apoyo........
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