Las gestiones municipales de Cochabamba y La Paz, para disimular su falta de previsión y escucha, en torno a la crisis hídrica, están convocando a “cumbres por el agua”, primero para informarse de la situación mediante exposiciones de personas e instituciones expertas y luego para discutir propuestas de acción para enfrentar el problema.
Hace años que la ciencia, la prensa y ambientalistas vienen alertando sobre el cambio climático, la contaminación ambiental y sobre todo la deforestación y sus efectos sobre la disponibilidad de agua; pero resulta que no se enteraron, así que las sequías los sorprendieron.
Al alcalde de La Paz las presentaciones técnicas lo debieron aburrir a tal punto que salió a proponer el “incremento de tarifas” por el servicio de agua “para evitar su desperdicio”, como si el problema se redujera al mal uso que hacen algunos del líquido vital y por lo cual hay que castigar a todos subiendo los precios, sin notar que eso afectará más a las familias de menores ingresos y a quienes menos consumen.
Hace unos meses, la Coordinadora de Defensa del Agua y la Vida, bajo la consigna “Agua para todos”, presentó propuestas fundamentales para el cuidado y preservación del agua, entre otras cosas planteó estas dos:
Defensa de los parques nacionales, áreas protegidas y de recarga acuíferos, lo que implica necesariamente luchar contra la deforestación, prohibir concesiones o actividades mineras en estos reservorios y congelar la ampliación de la mancha urbana. Es simple y natural, sin árboles no hay agua.
Otro elemento importantísimo de la propuesta social cochabambina y que es pertinente también para La Paz, es la necesidad de reducción del agua no contabilizada, es decir el agua que no se factura ya sea porque “se pierde” en la red por conexiones clandestinas o por el deterioro y antigüedad de las tuberías.
En Cochabamba esta pérdida es mayor al 50%, según datos a 2021, era de 53.767 m3/día, de un total producido de 100 mil m3 y en La Paz de 64.077 m3/día, casi la tercera parte de un total de 225 mil m3.
Agenda por el agua existe, pero más que la lluvia sufrimos escasez de autoridades serias y responsables. La dimensión más grave de la crisis del agua la dan esas cumbres.
ABAJO Y A LA IZQUIERDA
CECILIA CHACÓN R.
Feminista y exconcejala por la ciudad de La Paz
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