Pintores estadounidenses colorean la guerra en Cuba: visión de un soldado (II)

Al menos medio centenar de obras produjo el pintor neoyorkino Charles Johnson Post luego de su participación en la guerra Hispano-Cubano-Norteamericana, en 1898. Se inscribió como voluntario del 71 Regimiento de Infantería de Nueva York y, además de un fusil, manta y cantimplora, guardó en su mochila algunos cuadernos y lápices que llevó consigo a Cuba.

Con los años juntó carpetas con cientos de bocetos. Las mantenía ordenadas en archivos bajo títulos como “Descarga de caballos en Siboney”, “Yendo a la Batalla” y “Fuerte sangriento”. De ellas saldrían sus trabajos conocidos sobre la guerra, que llegaron a mostrarse en espacios como la Biblioteca Pública de Nueva York y el 71 Regimiento; al menos allí fueron expuestos medio centenar de estos trabajos, según testimonios.

El propio Post, ocho años antes de morir, aseguraba que seguía trabajando en esbozos o estudios de aquellos años, realizados in situ mientras se sobreponía al cansancio o a la posibilidad de la muerte. Buscaba completar lo que llamó sus memorias gráficas de la guerra, testimonio sobre los acontecimientos sucedidos en el verano de 1898 que creía, según aparece en The New York Times, “la más copiosa documentación alguna vez ofrecida” del hecho, aun cuando había convocado a decenas de periodistas, pintores, fotógrafos y cineastas.

Su visión era ciertamente particular. Vivió el acontecimiento desde adentro, mostrando la perspectiva de un soldado de infantería simple, algo de lo cual se sentía orgulloso. “Fui único artista profesional de mi compañía”, según testimonios recogidos por The New York Times.

Johnson Post tomó nota de su rutina desde el........

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