Qué oportunidades tiene ahora Cuba y cómo enfocar su desarrollo

En unos días terminará el primer trimestre de este año. El programa de estabilización macroeconómica largamente anunciado sigue sin ser conocido públicamente. De vez en vez, atisbos de él aparecen en algún que otro reportaje. Sin embargo, ese programa es, desde mi perspectiva y también la de otros colegas, solo una parte de lo que necesariamente hay que hacer para enrumbar la economía nacional por la senda del crecimiento y del desarrollo.

Al menos existen tres ámbitos de trabajo que hay que echar adelante: el correspondiente a la reforma económica en sí misma; el asociado al ya famoso aunque casi desconocido programa de estabilización macroeconómica y; el que debe conducir a la transformación productiva del país y a estimular la inserción internacional en esta compleja economía mundial.

De que hay puntos en común entre ellos no hay dudas, como tampoco de que hay relaciones de precedencia y de que el país se encuentra en condiciones extraordinariamente difíciles para hacerlo. Es innegable que es necesario e impostergable comenzar.

No hay suficientes datos públicos que permitan hacer un balance pormenorizado de los resultados económicos de estos primeros tres meses. Al menos yo no los conozco.

Como se esperaba, luego del anuncio del incremento de los precios del combustible, la cotización del dólar en el mercado informal ha seguido cuesta arriba, devaluando aún más el CUP y también la MLC, y reduciendo día a día la capacidad de compra del ingreso personal.

Las dificultades para garantizar el acceso a los alimentos que se distribuyen centralmente y a precios relativamente asequibles a esa parte de la población que realmente necesita ser subsidiada, confirman cuán difícil es la situación. Igual ocurre con el suministro de energía.

Protestas en calles de Santiago de Cuba y Bayamo

Y si bien el turismo parece comportarse mejor que el año pasado en términos de arribos, su desempeño sigue estando lejos de ser el motor que nuestra economía necesita y no solo porque los turistas sean menos que aquellos de los años dorados, sino también, porque su propensión a importar es tan alta que limita con creces el efecto multiplicador sobre el resto de la economía.

Esto ocurre porque, entre otras cosas, existen indicaciones que limitan las relaciones del turismo con otros........

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