Solidaridad más allá de lo inmediato

“Puro, ¿me puede dar algo ahí que estoy facha´o?”, me dijo un hombre joven, delgado, que, motomochila en mano, fumigaría mi casa. Acudí a darle algo de lo que tenía a mano para que comiera antes que empezara su nada complaciente tarea. ¿Fue ese un gesto solidario?

Una señora adulta cose pares de pañitos para la cocina. Lo hace para lograr algo de ingreso. Alguien, que en realidad no lo necesitaba, compró un par de ellos y le dio un poco más del precio que la anciana le había puesto a su trabajo. ¿Hubo solidaridad en ese gesto?

Sentir indignación frente a cualquier injusticia, cercana o no tanto, y además manifestarla de manera pública, individual o colectivamente, ¿se puede considerar un gesto solidario?

Cuando se moviliza algún tipo de ayuda, por mínima que sea, para socorrer a personas que sufrieron los embates de un desastre natural, el ejemplo más amplificado por estos días, ¿hablamos de solidaridad?

Usted puede engrosar la lista de ejemplos y sobre cada uno de ellos se podrán narrar hermosas experiencias, humanas. También se podrían generar controversias, de hasta dónde sí o hasta dónde no.

Solidaridad es algo que, tengamos o no un concepto claro sobre ella, suele evidenciarse, casi por instinto, cuando estamos en su presencia. Su primera manifestación es sentir el impulso compasivo de preguntar: ¿Qué puedo hacer para echar una mano?

La comprensión más sencilla del término apunta a ayudar, colaborar, contribuir, respaldar, apoyar sin pedir nada a cambio; es ahí su esencia, sin esperar nada a cambio.

Es un valor positivo en toda ley, que implica, además, compasión con........

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