¿Otra crisis del transporte?
¿Otra vez no hay gasolina?
Un transeúnte en la esquina
pide botella hacia el Norte.
—Vaya obstinación, consorte.
Llevo 3 horas aquí.
Salí de casa y volví.
Hace un mes que no trabajo.
Esto es tremendo relajo.
¡Me perdí!
Yo que tuve en los 90
una bicicleta china
y viajé de esquina a esquina
dando pedal —¡oh, Pimienta!—
malogré, sin darme cuenta,
mi vocación de ciclista.
La ciudad era mi pista,
rodé tanto en tantos suelos
que ahora tengo unos gemelos
más duros que un deportista.
¿Se acuerdan cuando, burlones,
criticaban los camellos?
Ahora resulta que aquellos
eran buenas soluciones.
Movieron miles, millones
de ciudadanos “de a pie”.
Tantos camellos monté
que me creí marroquí.
Y ahora los extraño, sí.
¡Hasta el camello se fue!
A inicios de los 90
yo me montaba en camiones,
bicicletas, almendrones
o coches de tracción lenta.
Pero ya cumplí 50
y así no quiero seguir.
¿Alguien me puede decir
cuándo mejora el transporte?
—Caminar es un deporte,
no seas hazmerreír.
Dice Juan que él sale a........