Convulsión social para habilitación e impunidad

Como había subrayado en una columna publicada a principios de año, la disputa por la candidatura y el control de la sigla del Movimiento al Socialismo (MAS), se trasladaría a las calles, en la medida en que no existan otras opciones o salidas. Las calles, entonces, se constituirían en la última posibilidad de imponer la candidatura de Morales con marchas y bloqueos.

En la estrategia política de estas acciones, subyace la convulsión social, con muertos y sangre de por medio. En ese escenario, a las malas, se pretende imponer la obsesiva candidatura. Ahora, a la luz de los últimos sombríos episodios, la obscena candidatura.

Como en la marcha no lograron ese objetivo, ahora pretenden convulsionar con bloqueos. Es la última opción. El evismo, en los bloqueos, se está jugando la última carta. Si estos, así como la marcha, no logran esa ansiada convulsión social, serán un fracaso. Se la están jugando todo. Ahora, de acuerdo al “rito de los bloqueos”, de cara a la convulsión, tiene que “haber sangre”. En estas circunstancias, es voraz el apetito de sangre para retomar el poder.

La marcha, que irónicamente se denominó “marcha para salvar Bolivia”, tenía ese objetivo, el de provocar convulsión social. Habían calificado a esta como “la madre de las batallas”. La convulsión que pretendían generar tenía que provocar la renuncia........

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