Entrar en la Historia o quedar fuera |
Son probablemente los políticos los personajes que tienen mayor afán por sentirse parte de la Historia con mayúscula, es decir, del proceso social que puede moldear la vida de un colectivo o que al menos le deja huella, lo cual es muy diferente de tener que sumirse apenas en una historia circunstancial, periférica y anecdótica.
Entrar en esa Historia es, así, uno de los móviles fundamentales del accionar de aquellos que se presumen llamados a ejecutar una suerte de misión salvífica para un grupo social dado, pero también del de quienes creen ya haber cumplido tal cometido.
Esa historia grande consiste tanto en el entrecruzamiento de acontecimientos más o menos definitorios vividos por una sociedad en un determinado cruce espacio-temporal, como en la memoria solemne o no que queda registrada al respecto. Ese doble carácter explica muy bien la angustia de varios que, a como dé lugar, anhelaban o aun anhelan ver sus nombres inscritos en mármol.
Aunque lo cierto es que tal devenir siempre es el producto de lo que hace o deja de hacer mucha gente frente a las posibilidades que se abren o cierran bajo........