La justicia y los sesgos cognitivos
Ruth Laura, hermana de Juan, hizo una pregunta cuyo eco filosófico multiplicó su voz en las paredes de los tribunales donde habitan policías, fiscales y jueces: ¿Por qué para el hombre no hay leyes y para la mujer sí? Su interrogante salió de lo más profundo de su corazón y conectó con otros corazones que sufren injusticias parecidas a la de Juan, hermano de Ruth.
Por supuesto, hay leyes para hombres. Por principio todos somos iguales ante la Ley, pero Ruth siente que, en este tiempo, una mujer tiene más leyes en su favor que un hombre. Llegó a esa conclusión porque vivió una injusticia en carne propia. Su hermano fue encarcelado por un crimen que no sucedió. Policías, fiscal y juez lo mandaron a la cárcel después de sindicarle de haber hecho desaparecer a su novia sin más pruebas que un celular formateado y sus prejuicios y sesgos.
Ruth percibe que no creyeron a Juan (26), sólo porque es hombre, cuando aseguró que desconocía el paradero de Reyna y que no es feminicida. El martes 21 de enero, la Policía encontró con vida a Reyna (26) y a sus dos hijos en un alojamiento de la avenida América de La Paz. El hallazgo reconfirmó que Juan había dicho la verdad. El jueves 22 de enero, Reyna fue aprehendida; y Juan, sobreseído y liberado.
Apenas dejó la cárcel de San Pedro, Juan reveló que unos policías lo torturaron en la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) para hacerle confesar un delito que no cometió. Contó a Erbol que unos cuatro efectivos con indumentaria de la Dirección de Análisis Criminal e Inteligencia (DACI) le puñetearon y golpearon con un bate de madera, acusándolo de mentir y exigiéndole que diga dónde había dejado el cadáver.
Como no confesaba nada porque no sabía nada de lo que le acusaban, Juan dijo que los........
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