La semana pasada ha tenido lugar un pequeño terremoto en Castilla, Íñigo Errejón, diputado nacional, ha renunciado a su curul y a anunciado que se retira de la vida política. Este personaje, bastante conocido en los corredores del poder boliviano y venezolano, ha tomado esa decisión por un escándalo de mal comportamiento sexual, más allá de que la denuncia que eventualmente lo podría llevar ante un juez, es ante todo una denuncia de malas maneras a la hora de querer tener sexo, algo que en realidad no está penado.

La historia ha sido ventilada a los cuatro vientos, y por eso la hemos llegado a conocer hasta en estos lejanos parajes del otrora grandioso imperio de Carlos V, el tipo hizo movidas de acercamiento sexual torpes y groseras, inaceptables para un hombre de izquierdas que promueve al máximo el “si es solo si dices si”, pero también para un hidalgo de viejo cuño; así no se trata a una dama, y se trata como a dama a toda mujer, a menos que esta quiera lo contrario, (aclaremos que las guarradas son parte del juego sexual, y las fantasías sexuales aguantan mucho).

Errejón........

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