Suele decirse a menudo, que “con las cosas del comer no se juega”. Ocurrió hace unos días. En su habitual recorrido matutino, decidió comprar una barra de pan. Nada fuera de lo común hasta ahí. El primer establecimiento que visitó le cobró 1,22 euros por una barra de pan, igual que en anteriores ocasiones. Al día siguiente, con la misma misión, fue a otro establecimiento y repitió la acción: seleccionó la barra de pan, sacó 1,22 euros del bolsillo y, al llegar a la caja, encuentra una........