La Navidad que no llega al barrio de Etxabakoitz

Son las ocho de la tarde y al bajar la persiana de uno de los pocos negocios locales que resistimos abiertos en Echavacoiz /Etxabakoitz, no puedo evitar lanzar un suspiro de resignación al mirar la triste estrella de Navidad colocada en la farola adyacente sin iluminar y acordarme de las instituciones que tan abandonados nos tienen.

La historia se remonta a más de 30 años atrás, cuando los proyectos de demolición y nuevas construcciones se comunicaron a los vecinos. Con esas rimbombantes fake-news de antaño, que tristemente se repiten pase quien pase por el ayuntamiento o gobierno foral. Algunos de estos vecinos, ahora clientes, no han podido reformar sus casas en todo este tiempo; “¿para qué voy a reformar, si van a derribar mi casa?”. A nadie de arriba le importa.

Tampoco parece importar la problemática situación en la