He empezado a escribir esta columna y conforme se han ido juntando las primeras letras y ha salido el nombre de Mazón ya han dejado claro que el asunto les disgustaba todo. Suele pasar, pero esta vez daban señales de alteración por encima de los renglones más o menos torcidos. Simplemente, se trata de decir que la comparecencia de Mazón perpetrando un penoso intento de explicación de su papel en la DANA de Valencia es un buen ejemplo de lo que el DRAE define como indecencia. Volvió a mentir sobre sus propias mentiras. No ofreció ninguna explicación mínimamente aceptable una vez conocida de sobra la realidad de su devenir el día de la DANA y su escaqueo de las responsabilidades que le exigen como presidente de la Comunidad Valenciana en una situación de excepción como la que se vivió allí hace 17 días. Eso sí,........