La palabra es de los hombres

En un mundo que avanza de manera febril, inquietante y caótica, el silencio es cada vez más capaz de expresar las pasiones humanas mejor que las palabras, desde las más estimulantes y virtuosas hasta las más tristes. En el silencio podemos reordenar los pensamientos sacudidos por el frenesí de la vida cotidiana, encontrar la paz después de haber sufrido decepciones o abusos; pero también podemos experimentar la angustia de la espera, la inquietud de lo desconocido, el espectro de la soledad. El silencio de los cobardes puede encubrir atrocidades y opresión, pero el silencio de los fuertes puede ser un gesto de valentía extrema, de oposición orgullosa a los halagos y las amenazas del poder. John Biguenet, dramaturgo y escritor estadounidense, en su libro Silencio, nos recuerda que perseguir el frágil y utópico hechizo del silencio es hoy la mejor manera de cuidar de nosotros mismos y de los demás.

Con todo, no es menos verdad que vivimos en un mundo donde las mujeres suelen ser silenciadas, a veces de forma violenta. Pero la humillante afrenta de silenciar a las mujeres con indiferencia es........

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