Donde habita el olvido

Ha pasado un mes desde el diluvio. Desde que la gota desbordó el vaso, el agua buscó cauces por donde escapar y despertó de su letargo a las fuerzas de la naturaleza, ese ejército encarnizado y devastador. El barro pegado al suelo, a los techos y a la piel es el rastro que deja a su paso. Parece mentira pero treinta........

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