Todo es uno y fluye, lo sé. No obstante, siempre nos empeñamos en sembrar sombras y muerte en la avenida de lo posible. Con lo bonito que sería que no nos matáramos. Unos a otros, quiero decir. O sea, nadie mata a nadie. Y punto. Sería bonito, digo. Si los nazis no matan a los judíos y los judíos no matan a los musulmanes y los musulmanes no matan a los que maten, y los de aquí no matan a los de allá, y los truchitruchi no matan a los guakeguake, pues entonces,........