El cuitado Puigdemont

Hay que regular las esperanzas. ¿Quién no regula las esperanzas? Todos regulamos las esperanzas. Lo hacemos constantemente. Si no regulas las esperanzas eres un iluso, una ilusa. No regular las esperanzas es un error fatal. No habríamos llegado hasta aquí de no haber sabido regularlas en cada momento. Adaptarlas a las posibilidades reales. Perder la capacidad de percibir cuales son tus posibilidades reales, es lo peor que te puede pasar en el mundo........

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