Soy de las personas que cada vez le estoy tomando más afición al planazo de pasar el día en torno a los partidos de pelota que se programan en el pamplonés frontón Labrit. Vermú por nuestras animadas calles del Casco Viejo, comida en el Tomás tratados como en familia y al frontón. Siempre al gallinero porque el ambientazo es súper divertido con los cánticos en nuestra milenaria lengua vasca y la alegría de la juventud, que es el divino tesoro, y están rejuveneciendo el espectáculo a todos los niveles, tanto como espectadores como lógicamente en la cancha jugando. Ley de vida.
La pelota es un juego muy vivo y dinámico que expresa a la perfección el carácter de nuestra tierra, Navarra. Compañerismo, palabra, lealtad y sana competición. Defensa aguerrida del espacio pero sin perder nunca el respeto al rival. Ojalá los padres y las madres apuntaran más a sus hijos e hijas a las escuelas de pelota, en vez de al fútbol que cada día está más contaminado y corrupto. Un servidor es hijo de una familia pelotazale, si bien, la verdad es ahora, ya cerca de los 50, cuando le estoy adquiriendo mucha afición a este juego que como bien decía aquel presentador Josetxo Lizartza: “es el mejor espectáculo del mundo”. Por algo nuestro San Francisco de Xabier fue un gran pelotari.
Me consta que tanto el Ayuntamiento de Pamplona-Iruña como la Consejería de Cultura son sensibles a esta realidad y están preparando junto con la Federación de Pelota el próximo mundial que se celebrará en nuestra tierra con sede principal en la capital de este Viejo Reino. A ver si nuestros representantes políticos aprenden de este juego y defienden con ardor la pelota de nuestros Fueros, Usos y Costumbres haciéndonos partícipes a toda la ciudadanía. Navarra es muy grande y así se plasma en nuestros frontones. Besarkada bero bat. Un fuerte abrazo.
Soy de las personas que cada vez le estoy tomando más afición al planazo de pasar el día en torno a los partidos de pelota que se programan en el pamplonés frontón Labrit. Vermú por nuestras animadas calles del Casco Viejo, comida en el Tomás tratados como en familia y al frontón. Siempre al gallinero porque el ambientazo es súper divertido con los cánticos en nuestra milenaria lengua vasca y la alegría de la juventud, que es el divino tesoro, y están........