Réquiem por las liburudenda: Abarzuza e Irrintzi

Cuando una librería cierra sus puertas me parece que se apagan las estrellas del cielo y una se desliza por el tobogán de un enorme agujero negro. Como si los millones de letras que vienen conformando desde hace más de cuatro mil años las ideas de la humanidad estallen y sus restos de luz y cristal reboten en la frente anochecida, agrieten las manos y obstruyan la luminosidad de los ojos. Como si el mundo regresara a su día primigenio de ignorancia y miedo.

Una va remontando la historia del aprendizaje y conocimiento de nuestra especie, del principio importante como la dominación del fuego, intento de domesticación del universo flamígero que nos circunda, y escuchara el crepitar del tallar de signos, dibujos y letras en burdas en arcillas de la Mesopotamia, y en los ágiles papiros que transmitían la humedad y la corriente civilizadora del Nilo. Es la música de la humanidad primera fascinada de su creación de comunicación e intercambio, de enseñanza y apertura, y de la eclosión de todo ese sueño de grandeza........

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