El verano es la estación de los sueños, la de soñar despiertos, si entendemos por soñar la posibilidad de sentir como real algo que no lo es, pero quizás llegue a serlo. Soñar lo posible o lo imposible para de alguna manera alejarse de la realidad, evadirse. Conectar con la imaginación y dejarse llevar. Dicen que en estos meses soñamos diferente. No sé, hay muchas teorías. Cada una tenemos la nuestra. Pero el verano ya está aquí, como cada año. Puntual a su cita, asomándose como sin querer dejar del todo atrás la primavera. Con sus noches largas y tardes tormentosas, con olor a tierra mojada y vientos del sur. Es la estación de recoger lo........