Fin –por fin– del ciclo electoral calendarizado. Lo mismo da en el caso de la política estatal, anclada en la bronca permanente –e insufrible– con esa apelación diaria de Feijóo a Sánchez para que finiquite una legislatura que arrancó hace nueve meses. Cuando sin embargo en Bruselas los populares se aprestan a pactar con socialistas y liberales en detrimento de la misma ultraderecha que abrazan del Ebro para abajo. Mientras, en Euskadi se cuentan los días –cinco– para investir al jeltzale Pradales, en reedición de la cogobernanza de PNV y PSE. La política útil.
Resuenan aún en los Madriles los ecos de unos comicios europeos que han deparado argumentos a todas las siglas menos a Sumar, una resta constante hasta salirse Díaz de la ecuación. El PP ganó pero........