A los sitios hay que querer llegar, en ellos hay que poder mantenerse y de ellos hay que saber salir. Todo ello resulta de singular aplicación al avispero de la política y en este momento concreto a las tradiciones abertzales del país encarnadas en Iñigo Urkullu, a quien después de doce años como lehendakari Imanol Pradales sucederá como aspirante jeltzale, y en Arnaldo Otegi, que renuncia a liderar la lista de EH Bildu –cuando por primera vez desde la ilegalización de Batasuna en 2003 no pesa impedimento legal como eventual candidato– en el marco de una retirada progresiva del foco aunque siga como coordinador de la coalición. Cambio de época para Euskadi.
Urkullu cerrará su fértil ciclo con fuerzas como para haber afrontado una cuarta legislatura........