Escribo esta reflexión aún impresionado por los seis asesinatos habidos en este país en relación con la violencia machista en los últimos días.
Cuatro mujeres y dos niños han caído fruto de una violencia estructural que de alguna manera debemos erradicar. Aunque no me considere entre este tipo de canallas soy hombre y como tal siento vergüenza de serlo y compartir género con ellos.
¿Qué está pasando? ¿Qué se puede hacer social y políticamente?
Preguntas que martillean sobre mi cerebro, sobre mi conciencia con difícil respuesta.
Paralelamente, hemos vivido también la polémica política habida sobre las celebraciones del día del orgullo gay y a cuenta de la bandera multicolor LGTBI . Quizás en ambos casos podamos encontrar esas respuestas en el clima político creado por la entrada de Vox en las más altas instituciones, amparada por un PP que ha sido capaz de vender su alma al diablo colaborando con ellos y lo que resulta aún más grave, absorbiendo a veces su ideología negacionista, racista y machista.
Así, una sociedad consumidora de telediarios e informativos ha ido igualmente impregnándose de ese espíritu y en un sector minoritario les ha trasladado la idea de impunidad.
Los dirigentes del PP más allá de una condena de boquilla, deben........