¿Abordar los desafíos de una nueva era?

La reciente convocatoria electoral al Parlamento Vasco a celebrarse el próximo 21 de abril, dando lugar a la configuración de un nuevo gobierno, se produce en un contexto de polarización mundial entre extremos caracterizados bien por quienes, ausentes u obstaculizadores de lo construido hasta el momento, proclaman la necesidad de nuevos ciclos que se supone resolverían todas las demandas exigibles por sociedades con sensación de insuficientes respuestas a todo lo demandado para hoy, a la vez, en todas partes, culpabilizando a los gobernantes en ejercicio de fallos o insuficiencia en sus políticas y soluciones esperables, mientras se autoproclaman como nuevos actores que pretenden pasar del no al todo, a la promesa salvadora de un paraíso idílico que llegaría de sus manos, aparentando haber sido ajenos a lo sucedido hasta el momento. Su activa oposición a iniciativas constructivas se esconde tras la máscara de la novedad y la falsa ausencia de protagonismo destructivo. Confrontan su alternativa a quienes, desde la responsabilidad de afrontar las dificultades, se han responsabilizado de la construcción de la situación actual, liderando e impulsando el camino hacia un futuro mejor para las sociedades de las que forman parte, a la vez que sirven desde su vocación de servicio y aspiraciones de lograr un mundo mejor.

Coinciden los tiempos con el anticipo de un artículo a publicar la próxima semana en el número de marzo en la revista Finance and Development, Abordar los desafíos de una nueva era: contra la regla general de la economía, del prestigioso economista Dani Rodrik (profesor de Política Económica Internacional en la Kennedy School of Government, de la Universidad de Harvard). Rodrik aborda el cómo “los problemas de mayor impacto en nuestro tiempo exigen remedios pragmáticos apegados a la realidad del contexto en que se desarrollan”, y recurre a dos elementos clave para exponer sus ideas y sugerencias: la etiqueta en boga del Neoliberalismo como corriente simplista y descalificadora de todo lo realizado por quienes han participado de una corriente del pensamiento económico predominante, y lo que plantea como ¿“un nuevo entendimiento del futuro de la globalización”?, para orientar lo que cree debe ser un nuevo papel esperable del pensamiento económico más allá de posicionamientos simplistas y generalistas, además de únicos.

El mencionado artículo resulta pertinente y adecuado a mi referencia inicial. Una amplia ola de convocatorias electorales dominan el horizonte a lo largo de este 2024 y, como no puede ser de otra forma, supondrán el contraste y apelación a diferentes modelos: los aspirantes a gobernar hablarán de cambios de ciclo, se aludirá a diferentes y “nuevos” desafíos, escucharemos “alternativas mágicas” que vendrán de la mano de quienes no han contribuido con soluciones realistas o experiencias exitosas, y pretenderán descalificar a “sus oponentes” sobre la base de etiquetas que enmascaren la complejidad de la realidad que prometen transformar. Es en esta línea en la que cobra relevancia especial la apelación al neoliberalismo como pensamiento económico supuestamente responsable de todos........

© Noticias de Álava