El 10 de diciembre cumplió 75 años la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Su artículo primero establece que todos los seres humanos nacen con iguales derechos y libertades. Qué poco se compadece esta proclamación con la situación actual en la que parece alumbrarse un nuevo orden mundial con diferentes fuentes de poder, en la que emergen en esta nueva polaridad potencias como China y Rusia, países gobernados por autócratas y los denominados BRICS en su generalidad también gobernados por autócratas. Esta nueva polaridad está siendo acompañada en su generación por prácticas de exterminio y genocidio en diversos lugares, que no auguran un futuro brillante para la humanidad.
Este nuevo darwinismo social se empieza a caracterizar con demasiada frecuencia con prácticas de liquidación, en ocasiones, de poblaciones enteras. Con conflictos armados que niegan el disfrute de los derechos humanos a pueblos que sufren el ataque armado de sus poblaciones civiles. Uno de estos pueblos es Palestina o lo que queda de lo que fue Palestina.
El exfiscal de la Corte Internacional Luis Moreno Campo afirma que la situación de Gaza es un exterminio, un crimen de lesa humanidad, una forma de genocidio. Israel pretende con su asedio destruir a la mayoría de la población gazatí. No es una reflexión especulativa la de Luis Moreno Campo, se basa en la negación del Convenio para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio que Israel suscribió.
Se niega........