Son las seis de la mañana y suena el despertador. Todavía es de noche. Un café, mallas y a correr. Una hora. Sin móvil, sin llaves en la mano. Sin mirar atrás en ningún momento al escuchar pasos. Son las once de la noche. Salgo del trabajo y vuelvo a casa sola. 20 minutos andando tranquila, sin correr, casi........