Si te sale el viejo punki que llevas dentro, lo que más te apetecerá el próximo domingo es alejarte varios miles de millas marinas de cualquier objeto que pueda asemejarse a una urna, mientras gritas “¡que les den a todos!”. Visto desde este lado del escaparate, la elite política y funcionarial que se mueve entre Bruselas y Estrasburgo parece, en general, incluso menos de fiar que sus primos locales, mucho sueldo y poco fundamento. Ocurre, sin........