Domènec García

Antes de entrar en materia, cabe destacar el gran partido que el Barça realizó ante el Betis, en que el equipo de Xavi lució un juego y una mentalidad muy serias, además de gran contundencia en la realización. Tras la merecida victoria, queda seguir por esta senda y demostrar que lo del Villamarín no fue un espejismo.

Ahora recuerdo, aunque no suponga mérito alguno porque se veía venir, que tras el triunfo (2-4) del Girona en Montjuïc auguré (ver MD, del 13/XII/23) que el equipo de Míchel tenía dos factores en contra para ganar la Liga. Uno, las lesiones; otro, los árbitros. El motivo es claro: Florentino quiere inaugurar el nuevo Bernabéu a final de temporada paseando un trofeo importante. Ahora, eliminado de la Copa y con un equipo poco fiable para ganar la Champions, la Liga es su último objetivo.

Tras caer ante el Atlético, la maquinaria se puso en marcha en el Bernabéu a los tres días, donde un árbitro debutante cayó cual corderito en las garras del lobo (un árbitro de cámara) que había en el VAR, que le instó a protagonizar uno de los episodios más vergonzosos de la corrupta basura arbitral.

Lo ocurrido ya lo conocen: imágenes hurtadas (gol con el brazo y expulsión de Vinicius por agresión), otras borrosas, sugerencias, intimidaciones... Solo faltaba que el lobo del VAR dijera a un timorato y aturdido corderito debutante que así debía portarse con el Real en casos “especiales”. Ahora el nuevo Bernabéu ya tiene su primer gran robo. Y no será el último, porque desde RMTV aseguraron que aquello fue “lo que pedíamos”. O sea, su especialidad, que es la de roVAR