Ángel López

Al arriba firmante le gusta comparar cada subida al monte Txindoki con la propia vida. Cada ascensión es distinta a la anterior y la posterior. Y nunca se vuelve igual. Siempre hay momentos de verdadero sufrimiento y otros para el placer, como cuando se llega a lo más alto. Sobre todo con barro como estos días, uno se cae y se siente dolorido y a veces se plantea dejarlo todo y bajar; pero hay que levantarse y continuar. A veces con mucho calor, otras con nieve o con niebla, que impide disfrutar de las vistas.... El esfuerzo trae la recompensa. Y, a la vuelta, ya en el coche, con alguna herida, lodo hasta las cejas y toneladas de cansancio, la sensación es de plenitud. Una más y a pensar en la siguiente. Esta Real de Imanol también debe ascender el Txindoki en cada partido de estas últimas semanas. Su montaña también le plantea retos distintos y las circunstancias -en este caso las lesiones y el cansancio, no tanto las meteorológicas- obligan a Imanol a reinventarse una vez cada tres días. Es siempre su Real la que camina, aunque cambie de calzado. Esta Real infatigable, ambiciosa, que ahora quiere hollar la cima copera.

Cada partido es un Txindoki

Cada partido es un Txindoki

Ángel López

Al arriba firmante le gusta comparar cada subida al monte Txindoki con la propia vida. Cada ascensión es distinta a la anterior y la posterior. Y nunca se vuelve igual. Siempre hay momentos de verdadero sufrimiento y otros para el placer, como cuando se llega a........

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