Petro, que es ignorante y si aprendió algo de economía lo olvidó hace años, y que, en cambio, cada día que pasa da más muestras de un fanatismo ideológico propio de la izquierda extrema, se soltó tres perlas esta semana, cada una más perniciosa que la otra.

La primera, acusó al banco JP Morgan de hacerle al gobierno un “acorralamiento financiero premeditado” y dijo que «busca cómo bajar nuestra calificación a como dé lugar y lo busca por mi posición respecto a (sic) Palestina”. El JP Morgan es el banco más grande de los Estados Unidos y uno de los más importantes del mundo, pero no es una calificadora de riesgo y, en consecuencia, no puede bajar la nota a nuestro país.

El banco se ha limitado a hacer unas advertencias, en las que coinciden todos los economistas serios acá y afuera, sobre los riesgos de aumentar el déficit fiscal y la deuda pública y los peligros del muy aplaudido y también muy dañino proyecto de reforma del Sistema General de Participaciones. La respuesta de Petro no solo es mentirosa sino que refleja sus prejuicios sobre la banca y los judíos y es profundamente antisemita. E indispone a la banca internacional, no........

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