30 de noviembre 2024 - 03:09
Qué nos impulsa a arrastrarnos ante otra persona por puro deseo de sometimiento? ¿Qué nos lleva a rebajarnos hasta perder el último vestigio de dignidad ante esa persona a la que adoramos porque la tememos y a la que tememos porque la adoramos? ¿Y qué nos empuja a anularnos por completo y a comportarnos como gusanos sólo por la pulsión de obedecer a la persona a la que admiramos y tememos? ¿Es por miedo? ¿Es por interés? ¿Es por el deseo perentorio de un beneficio material? ¿Es por una perversa vanidad? ¿Es por la necesidad atávica de formar parte un grupo que nos haga sentir seguros? ¿Es por un mandamiento ideológico al que entregamos nuestra vida? ¿O es por simple miseria humana? Ah, amigos, ese........