Hay una uniformidad espantosa instalada en la izquierda que les incita a ser pensados desde el poder. Con el tema de esta amnistía oportunista es más que patente que decirse de izquierdas y adoptar el pensamiento borreguil se han vuelto uno. El pánico a que les tilden de derechones les paraliza. Con tal de librarse de esa etiqueta maldita abrazan lo que les echen.
Es un hacerse el ciego digno de estudio. Gente que hace nada te decía que Puigdemont era un prófugo y los suyos unos forajidos que se saltaron la Constitución, un mes después afirman todo lo contrario. La verdad se les ha........