El escenario de disputa política se trasladó hace varios años de los medios masivos a las redes sociales. En Bolivia eso ocurrió el 21-F, el año 2016, cuando el oficialismo fue derrotado en las urnas en un clima de denuncias que afectaron la imagen de los gobernantes. Todo ocurrió en las redes sociales más importantes de la época, en un contexto de libertad de expresión y poca capacidad de respuesta por parte de los gestores oficialistas, concentrados en digitar unidireccionalmente los medios de comunicación, como en épocas pasadas.
A las pocas semanas crearon la Dirección Nacional de Redes como dependencia del Ministerio de Comunicación, abrieron la cuenta twitter (hoy X) para el presidente y, meses después, declararon la “guerra digital” contra el “cartel de la mentira”, con la intervención improvisada y tosca de los “guerreros digitales”. Nada detuvo la consolidación de un nuevo escenario de disputa y lucha política caracterizado por la ausencia de control de contenidos, el activismo contundente de colectivos........