Ha pasado inadvertido para el común de los mortales que Salvador Illa ha recibido bajo palio a Jordi Pujol Soley, rehabilitando así la figura de un imputado por corrupción que sigue pendiente de un juicio todavía sin fecha, aplicándole de facto una amnistía que no debería alcanzarle con arreglo a la letra de la infame ley recurrida ante el Tribunal Constitucional por el propio Tribunal Supremo de España, último bastión de nuestra maltrecha democracia constitucional.
La Fiscalía Anticorrupción solicita todavía hoy nueve años de cárcel para Pujol Soley por los delitos de asociación ilícita y blanqueo de capitales que entiende que cometió junto al resto de su familia, "al menos desde el año 1991", con "la ingente cantidad de dinero" que ocultaron en Andorra, fruto del "favorecimiento a determinados empresarios para que resultaran adjudicatarios de distintos concursos públicos de la........