A estas alturas es evidente que Pedro Sánchez nunca se tomó esos cinco días para reflexionar sobre si le merecía la pena seguir en el poder; se los tomó para reflexionar sobre CÓMO le merecía la pena seguir en el poder.
El discurso en el que anunció su permanencia en el poder (¡tachán!) desveló sus condiciones para continuar. Merece la pena resumir su estructura. Básicamente, es un drama en tres actos:
Dado que el segundo acto se basa en una mentira evidente —no hubo una movilización masiva en las calles que le pudiese convencer de que su permanencia en el poder era........