"Llamamos afines a aquellas naturalezas que al encontrarse se aferran con rapidez las unas a las otras y se determinan mutuamente". Es el capitán Otto, uno de los protagonistas de Las afinidades electivas de J.W. Goethe, quien nos explica qué son estas "afinidades" que años antes había estudiado el químico sueco Tornbern Bergman. Su Tratado de las afinidades, traducido al alemán en 1782, inspiró la obra de Goethe.
Cuando los caminos del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero y de Arnaldo Otegi se encontraron, una mutua e irresistible atracción de elementos distintos se produjo entre ellos. Viene al caso la definición que hace el capitán Otto: "lo que llamamos piedra caliza es cal, más o menos pura, íntimamente ligada a un ácido débil que hemos conocido en forma de gas. Si se introduce un fragmento de dicha piedra en ácido sulfúrico diluido, éste ataca la cal y aparece después unido a ella en forma de yeso, mientras que el ácido débil y gaseoso desaparece".
Convengamos que la cal, más o menos pura, es Zapatero y que el ácido débil y gaseoso son sus principios democráticos. Jesús Eguiguren ayudó a introducir la piedra caliza en ácido y, sí, el sulfúrico es Otegi. Aparece algo nuevo (yeso) y desaparece ese ácido débil, los principios. Ambos unieron sus destinos con un propósito compartido: ofrecer una salida política a una organización terrorista derrotada.
Después, cada uno se dedicó a........