Sologamia sindical

"¿Sabes que la Vane se casa? ¡No me digas! ¿Con quién? No sabía que tuviese novio... No, no lo tiene. Se casa consigo misma". La conversación bien pudo producirse en Gijón, donde el pasado 6 de julio tres señoras, en plenitud de sus facultades mentales, se desposaron cada una con su mismidad. "Es algo psicomágico que marca un antes y un después", afirma Teresa Estay, que está casada con Teresa Estay desde hace cinco años y fue la wedding planner (así llaman a los que se llevan una buena pasta por organizarte un bodorrio).

En declaraciones a la Voz de Asturias, Vanessa García, que salió en la tele y fue reina por un día, reconoce que "desde que tomé la decisión siento que tengo más fuerzas y que estoy más comprometida. Para mí esto es una forma de sentirme más empoderada". Lo llaman sologamia y es una de las últimas sandeces de gentes aburridas de su aburrimiento.

Pensarán ustedes y no andarán equivocados que la analogía está un poco cogida por los pelos, pero al leer lo de la sologamia esa se me aparecieron, como en un destello fugaz, Yolanda Díaz y sus mariachis sindicales con la murga del diálogo social. Les explico por qué.

Durante muchos años el diseño y desarrollo de las relaciones laborales en España fue cosa de dos: patronal y sindicatos. El Gobierno de turno, en unas ocasiones facilitaba el dialogo, las más lo entorpecía, pero........

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