El cocinero José Andrés y los fijos discontinuos de Hamás

Recordarán ustedes el rifirrafe mundial que se organizó tras el incidente en el que murieron cuatro empleados de la oenegé World Central Kitchen (WCK) y tres de sus escoltas de seguridad: "Exijo que el Gobierno israelí aclare las circunstancias de este brutal ataque", bramó el presidente Sánchez. Sucedió el pasado mes de abril y les vino al pelo a los propagandistas de La Moncloa, que ya habían decidido cambiar la matraca de Franco por la de Netanyahu. La conspiración fachosférica dejó paso a la de los sabios de Sion.

El cabreo de José Andrés era tal y tan grande su supuesta influencia que hasta hubo plumillas que anticiparon un cambio en la posición de la Administración americana sobre la guerra en Gaza: "Cuando José Andrés habla, Washington escucha". El dadivoso cocinero se desahogó acusando falsamente a Israel de atacar deliberadamente a los trabajadores de WCK. Sus amigos de la jet mundial le dieron unas palmaditas en la espalda y Sánchez, "horrorizado", le trasladó "su más sincero pésame" y todo su cariño. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) se disculparon y siguieron a lo suyo, que era bombardear y eliminar a los terroristas islámicos. ¿Nos acordamos ya de la guerra de Gaza? Pues eso, a otra cosa mariposa. Ahora toca de nuevo unas sesiones de franquismo.

Según informó la agencia Reuters, el pasado........

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